Puede resultar un poco chocante pero lo que voy observando es que por el gran entusiasmo de saber, los chicos pierden el miedo y no se impresionan, tocan bichos, los desarman, los exploran y aprenden muchísimo!!!
Hoy les voy a mostrar cómo fui obligada por mis niños a diseccionar una ranita que apareció muerta en nuestro patio (porque demás está decir que a mi no se me hubiera ocurrido jamás!!!!)
Después de esto, que para mi fue bastante asqueroso, pero que para ellos fue maravilloso, pudimos observar todo el aparato digestivo, desde la boca hasta el ano, el aparato respiratorio, el corazón y las venas, la columna vertebral con la médula y el sistema nervioso, los huesos y músculos; pasada mi primera impresión me fasciné igual que ellos al ver la similitud de una rana con nuestro cuerpo, ellos continuaron por horas mirando y re mirando, poniendo en el microscopio y mirando con la lupa.
Y el aprendizaje no terminó ahí, porque unos días después con cajas y material de deshecho se les ocurrió hacer un muñeco en el cual fueron reproduciendo todas las partes del cuerpo que vieron en la rana.
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